Cuando se me ocurrió hablar sobre Un Amor Oculto, lo primero que hice fue buscar en Google para saber si antes alguien ya había hablado sobre este tema.
En Google descubri que en el año 1897 H.G. Wells escribió la famosa novela llamada El Hombre Invisible que hablaba sobre un científico que había descubierto la forma de volverse invisible, cambiando su índice refractivo para que coincidiera exactamente con el aire, y así el cuerpo no reflejara la luz.
La explicación científica suena un tanto complicada, pero lo concreto es que este hombre que tenía el cuerpo cubierto por vendas como si fuera una momia, cuando se quitaba las vendas era invisible, ya que el experimento había salido bien, pero para su desgracia, una vez que se volvió invisible no pudo volver a ser normal
Debo decir que la novela era muy entretenida y que luego se realizó una película de cine sobre el mismo tema, pero esto no era lo que yo estaba buscando
Así que seguí consultando y me encontré que además de la película de El Hombre Invisible, también existió una película llamada La Mujer Invisible que habla sobre el affaire secreto que el escritor Charles Dickens mantuvo durante años con una muchacha bastante más joven que él.
Claro está que como eso sucedió a mediados del siglo XIX y Charles Dickens en esa época ya estaba casado tenía diez hijos y además era un famoso escritor, como su matrimonio con Catherine Thompson le resultaba poco menos que una cárcel en el cual carecía de inspiración, contra todo lo que la sociedad Victoriana permitía decidió buscarse una amante para dar vía libre a su pasión. Así pues La Mujer Invisible es una historia que habla sobre un amor oculto, un amor en la sombra.
Pero esto tampoco es sobre lo que yo quisiera hablarles ya que en este caso me gustaría hablarles sobre lo que le sucedió a una paciente mía llamada Clara que tal vez también sea lo que te está pasando a ti.
Clara es una hermosa mujer que vive en Suiza y que me escribió para contarme que vive sola y deprimida pues no consigue una buena pareja y ya tiene 45 años.
Ella ya ha tenido un par de parejas que fracasaron por diferentes motivos y eso la llevó a sentir que no le interesa al sexo opuesto o lo que es peor, que es invisible para el sexo opuesto.
Al ver su aspecto físico enseguida me di cuenta de que lo que me estaba diciendo era solo la forma en que ella se sentía o veía a sí misma, pero eso no lo hacía menos real, ya que si ella se consideraba invisible para el sexo opuesto, de alguna forma iba a buscar confirmar lo que pensaba y así efectivamente volverse invisible.
Durante un par de semanas trabajamos sobre la forma que se sentía en su trabajo, como se sentía cuando estaba sola y como se sentía cuando recordaba su última relación la cual la había dejado sumamente deprimida. En términos generales puedo decir que no le gustaba su vida, no le gustaba el trabajo que tenia, no le gustaba el lugar donde vivía y no le gustaba sentirse sola
En realidad Clara se sentía como una hoja llevada por el viento en el medio de una ciudad triste y solitaria, en la cual sufría al ver a parejas por todas partes mientras ella estaba sola, y nadie parecía darse cuenta de que existía. Era una verdadera mujer invisible.
Su última pareja había sido un hombre depresivo que pocas veces deseaba tener relaciones sexuales, era poco cariñoso y se enojaba con facilidad. En realidad uno podría preguntarse quien puede querer tener una pareja así, pero esa relación nos dice perfectamente qué es lo que Clara pensaba de ella misma: “Soy una persona invisible para el sexo opuesto, y este hombre que tengo al lado mío no me hace muy feliz, pero si le pido que se vaya, me voy a quedar sola”.
Pero la relación que ya era mala, comenzó a ser peor, cuando su pareja comenzó a agredirla verbalmente hasta el punto en que temiendo que la agresión pasara a ser también física, decidió dar por terminada esa situación.
Y entonces sucedió lo que tanto temía, se había sacado de encima a un hombre que no la hacía feliz, para terminar frustrada, dolorida y absolutamente sola en la vida. Y para peor de tanto en tanto se preguntaba si hizo bien obligándolo a alejarse de su vida, ya que él no era una buena pareja pero era SU pareja y ahora no tenía a nadie con quien compartir su vida.
Tres meses después de comenzar con su tratamiento, Clara finalmente decidió cambiar de trabajo, y también cambio el lugar donde vive y de repente sin saber cómo sucedió empezó a sentir que al caminar por la calle los hombres la miraban, en su oficina los compañeros de trabajo comenzaron a tener conversaciones casuales, a invitarla a almorzar y a invitarla a actividades sociales. Es decir que al contrario de lo que sucedió en la novela de El Hombre Invisible, Clara volvió a ser visible y comenzó a interesarle al sexo opuesto.
El caso de Clara es bastante típico y tal vez en alguna forma sientas que estoy hablando de lo que te sucede a ti. Yo se que Clara no era la única mujer invisible de su ciudad y que en todas las ciudades existen multitudes de mujeres invisibles que no saben cómo hacer para volverse visibles.
Así que si tú también te sientes invisible, quiero decirte que yo puedo ayudarte y que me gustaría mucho poder hacerlo
Escríbeme y cuéntame tu problema a +54 911 4093 4042
Con mis mejores deseos
Dr. Roberto A. Bonomi
PULSA SOBRE EL BOTÓN DE WHATSAPP